sábado, 8 de diciembre de 2018

Ejercicio XI: La invención de Hugo.

1. Ficha técnica y artística de la película.
Título original: Hugo.
Año: 2011.
Duración: 127 min.
País: Estados Unidos.
Director: Martin Scorsese.
Guión: John Logan (Libro: Brian Selznick).
Fotografía: Robert Richardson.
Música: Howard Shore.
Reparto: Asa Butterfield,  Chloë Grace Moretz,  Ben Kingsley,  Sacha Baron Cohen, Helen McCrory,  Michael Stuhlbarg,  Jude Law,  Emily Mortimer,  Ray Winstone, Christopher Lee,  Richard Griffiths,  Frances de la Tour,  Martin Scorsese.
Productora: GK Films / Infinitum Nihil / Paramount Pictures. Productor: Martin Scorsese.
Género: Aventuras. Drama. Fantástico. Intriga | Años 30. Cine dentro del cine. Steampunk. Cine familiar. 3-D. Amistad.

2 Sinopsis.
París, años 30. Hugo (Asa Butterfield) es un niño huérfano, relojero y ladrón que vive entre los muros de una ajetreada estación de trenes parisina. Nadie sabe de su existencia hasta que le descubre una excéntrica niña (Chloë Moretz) junto a la que vivirá una increíble aventura...

3.Análisis argumental.
La magia, ciertamente, es uno de los aspectos más atractivos del cine. Desde sus orígenes, los espectadores han sido atrapados por escenas sorprendentes, en las cuales se llevan a cabo acciones imposibles de una manera que pudiéramos llamar mágica: las cosas salen de la nada y desaparecen, ocurren milagros y coincidencias inesperadas, recorremos toda una ciudad en un abrir y cerrar de ojos, surgen el amor y la esperanza donde reinaba la frialdad, los sueños se hacen reales, todo se puede ensayar, todo puede ocurrir. Georges Méliès tiene mucho que ver con la magia del cine. En sus más de quinientas películas realizadas a comienzos del siglo XX, este pionero exploró sin pausa los espacios mágicos escondidos detrás de la imaginación, descubriendo numerosos artificios y sorprendiendo a sus públicos una y otra vez con nuevos trucos y cuentos de hadas. Para él era natural, una extensión de la profesión que eligió desde joven, la de mago y artista de escenario, aún en contravía con los deseos de sus padres.   
Martin Scorsese y Johnny Deep han combinado esfuerzos y creatividad para crear  La invención de Hugo, una película excepcional, en la cual la protagonista es la magia del cine, personificada en la historia de Georges Méliès y su forma particular de hacer cine. Méliès se involucraba totalmente, era artesano, actor, diseñador, productor, director, financista, empresario, dibujante, artificiero de juegos pirotécnicos y escritor del guion, entre otros, mientras que  su esposa hacía de actriz principal. Todo esto lo ve el espectador, que recorre la historia de su vida a través de los ojos y los sentimientos de dos niños: Hugo e Isabella. Hugo es un pequeño e increíble maestro relojero, que se desliza ágilmente por los complejos mecanismos de precisión que regulan los relojes de la estación de trenes de París. Isabella es un ser de luz, una pequeña mujer soñadora, despierta y sensible. Ambos resultan involucrados en una aventura apasionante que llega hasta el fondo mágico del corazón cineasta de Méliès, para darle vida renovada. También esa aventura despierta nuestros corazones y los llena de ilusión.
El diseño del filme recurre a tres ideas fundamentales: la magia cotidiana, la magia del intento humano y la magia del amor. Nada mejor para apreciar la cotidianidad y la riqueza de sus giros, que una estación de trenes en una ciudad como París. Por ella pasan centenares de individuos, en apariencia, grises e indiferentes, cada uno ocupado en llegar a tiempo a sus destinos, con movimientos rápidos, extrañamente coordinados, pero capaces de pisotear a cualquiera que se atraviese sin perder su rumbo. En medio de ellos, Scorsese nos permite apreciar la belleza de los oficios y de las personas: músicos alegres y armoniosos que entretienen en un café, vendedoras de flores románticas, señoras regordetas y sabias, un inspector de estación gruñón y persistente, un comerciante de juguetes serio y exigente o un niño relojero que encuentra pasión en dar cuerda a los relojes y en armar complejos mecanismos. Como corresponde a un buen contador de historias, Scorsese no es avaro con los personajes y nos permite adentrarnos en sus vidas  con dos o tres pinceladas maestras.
Se puede plantear que toda buena historia de aventuras es una elaboración agitada, turbulenta, inesperada, sobre la capacidad humana para mantener la persistencia y el intento, a pesar de las circunstancias agobiantes. Esa es la fuerza que llevó a Méliès a transitar, aventurera y creativamente, por el mundo del cine. Le duró muchos años, para fortuna del cine, pero se agotó cuando esa magia interior se fue diluyendo ante la dureza del tiempo y la frialdad de la economía, de la competencia y del comercio. El libro de   Brian Selznick y la cinta de Scorsese plantean que el renacer del intento puede venir de la mano de la magia de los niños, con su energía fresca e inagotable, capaz de atrevimientos, de exploraciones, de sueños. Para que ello suceda, vale la pena inspirar al niño, sugerir e invitar, creerle. Esta es una idea muy recurrente en el cine constructivo, pero acá se desarrolla muy al estilo de Johnny Deep, con tonos grises, con los personajes viviendo sus aventuras ganadoras al borde del fracaso, para mantener la tensión.   
La magia del amor es un elemento esencial para resolver situaciones conflictivas en forma inspiradora. La magia se logra a través de miradas amorosas, de sonrisas confiadas, como bien se enseña en un momento singular del filme, en el cual Gustavo, el inspector de la estación, se deja llevar, hasta descubrir que aún los seres gruñones pueden amar y sonreír y que, en verdad, ello da lugar a transformaciones. Ben Kingsley, como George Méliès, deja ver en su intrepretación el efecto sutil de esta magia, a medida que ella lo va sacando de su negatividad enfermiza.   
Esta es una película hecha con todos los recursos y es vívido el contraste entre los medios creativos y económicos, con los cuales debió defenderse Méliès para hacer su trabajo, bella y didácticamente descritos en La invención de Hugo, y los grandes presupuestos y las sofisticadas herramientas digitales y de efectos especiales con los cuales se ha contado en esta ocasión para atrapar al espectador. Por ello, la película es excelente como reflexión sobre el cine, como descripción del oficio de cineasta, y es evidente que sus realizadores, a su vez grandes y reconocidos cineastas, muestran su reconocimiento a los creadores pioneros, que hicieron posible que contemos en la actualidad con las posibilidades tan bien utilizadas en esta cinta. Son especialmente bien hechas las tomas que nos muestran a París, lleno de luces y de movimientos  que, veloz y detalladamente, se van concentrando y condensando, convirtiéndose maravillosamente ante nuestros ojos en pasillos de estación repletos de personas y de eventos, para terminar en las miradas furtivas del niño Hugo, a través de la carátula de un reloj. La magia del cine nos permite ver la ciudad y las cosas con mirada de pájaro pensante, de alma humana en vuelo rasante, de niño inocente, de niña ilusionada y confiada, y eso se siente bien.

4.Análisis connotativo o crítico (personal).
Hugo Cabret es un niño de 12 años que vive con su padre, un hombre viudo, dedicado y cariñoso, maestro relojero en París, en los años 1930 y 1931.Su padre Jude Law, lleva constantemente a Hugo al cine, y adora las películas de Georges Méliès, el mejor cineasta de su tiempo. El padre de Hugo muere en un incendio producido en un museo y queda bajo la tutela de su tío, un relojero alcohólico responsable del mantenimiento de los relojes en la estación de tren de París.
Hugo vive entre las paredes de la estación, ajustando los relojes, robando alimento y trabajando en el proyecto más ambicioso de su padre: la reparación de un autómata estropeado, un hombre mecánico supuestamente capaz de escribir con una pluma estilográfica. Hugo roba piezas mecánicas en la estación con la intención de reparar al autómata, pero un día es capturado por el propietario de una tienda de juguetes, llamado Georges Méliès, que confisca a Hugo un pequeño cuaderno, heredado de su padre, que contiene los datos necesarios para llevar a cabo la reparación.
Para recuperar su cuaderno Hugo sigue al juguetero hasta su hogar donde conoce a Isabelle, una niña de edad similar a la suya que resulta ser la nieta de Méliès. La niña convence a Hugo de que vuelva a su casa y promete ayudarle a recuperar su cuaderno. Al día siguiente, Méliès entrega a Hugo un montón de cenizas afirmando que se trata de los restos de su cuaderno, pero Isabelle le informa de que el pequeño diario no ha sido quemado. Finalmente, Méliès se compromete a devolver el cuaderno a Hugo si este se lo gana trabajando en la tienda de trebejos, en compensación por todos los juguetes que había robado.
Hugo trabaja en la juguetería, y en su tiempo libre logra reparar el autómata, pero le falta una pieza, una llave en forma de corazón.
Hugo le descubre el cine a Isabelle, cosa que su padrino nunca le había permitido experimentar (se cuelan en una película de cine mudo, sin haber pagado entrada). Inicialmente, Hugo no confía en Isabelle e intenta librarse de ella, pero resulta que tiene en su posesión la llave para el autómata. Cuando los niños utilizan la llave para activar al hombre de cuerda, este reproduce la escena de una película. Hugo recuerda que es un filme del que su padre hablaba constantemente, recuerda que dijo haber sido su primera película Viaje a la Luna. Los jóvenes también descubren como el dibujo del autómata está firmado con el nombre del padrino de Isabelle: Georges Méliès.
En la casa de los Méliès, Hugo muestra el dibujo a Jeanne, la mujer de Georges, pero la esposa no revela nada a los niños y los obliga a esconderse en una habitación cuando su marido llega a casa. Mientras están los niños escondidos, Isabelle y Hugo descubren un compartimento secreto y accidentalmente desparraman viejos dibujos y fotografías de los trabajos de Georges, cuando los padrinos de Isabelle entran en la habitación. El viejo Georges se siente traicionado y deprimido.
Hugo se hace amigo del dueño de una librería que le había mostrado Isabelle en la estación. El propietario de la librería presta su ayuda a los niños en su búsqueda de un libro sobre historia cinematográfica. Tras dar con el libro, quedan muy sorprendidos al comprobar que el autor, Rene Tabard, afirma que Georges Méliès murió en la Gran Guerra (Primera Guerra Mundial). Mientras intentan comprender la razón de tan tremendo error, Monsieur Tabard aparece en persona y los niños cuentan al hombre que Méliès aún vive. Tabard revela ser un gran admirador de los trabajos de Méliès, e incluso posee una copia de Le Voyage dans la Lune.
Más tarde, Hugo y Tabard, con ayuda de Isabelle, se dirigen a casa de Méliès con la intención de ayudar al viejo cineasta. Al principio, no son bien recibidos por Jeanne, que pide a sus inesperados invitados que se marchen antes de que su marido despierte. Cuando Tabard reconoce en ella una de las actrices más recurrentes en la obra de Georges, Jeanne acepta su oferta de mostrar la cinta de Le Voyage dans la Lune. Mientras vislumbran la película, Georges aparece repentinamente despertado por el sonido del proyector y explica cómo llegó a ser cineasta, a crear películas; cuenta cómo inventó los efectos especiales y cómo perdió la fe en el cine tras el estallido de la Primera Guerra Mundial, viéndose forzado a vender sus trabajos para conseguir algo de dinero, y de cómo abrió la juguetería para poder sobrevivir. También piensa que el autómata, una de sus creaciones estrella, fue destruido en el incendio producido en el museo, y que nada queda de los trabajos de su vida.
Hugo decide regresar a la estación para devolver el autómata a su dueño original. A su llegada, es arrinconado por el inspector de la estación y su perro. El niño logra escapar y corre a lo más alto de la estación, donde se encuentra la torre del reloj principal. Hugo se esconde subiendo a las agujas del reloj. Una vez burlado el inspector, Hugo corre en busca del autómata para huir con él de vuelta a casa de Isabelle y sus padrinos, pero es apresado por el inspector y el autómata cae a las vías del tren. Hugo intenta salvar al hombre mecánico arrojándose a las vías, a pesar de la inminente proximidad de una locomotora. Todo indica un desenlace trágico, pero el inspector salva al niño y al autómata y procede a su detención. Hugo discute con el oficial y aparece Georges, que reclama al niño alegando que se encuentra bajo su tutela.
Finalmente, Georges realiza una espléndida gala conmemorativa por su trabajo y Tabard anuncia que han podido rescatar y restaurar unas 80 películas del director. Georges agradece a Hugo sus acciones, y luego invita a los asistentes a "perseguir sus sueños".

Ejercicio X: El silencio de los corderos.

1. Ficha técnica y artística de la película.
Título original: The Silence of the Lambs.
Año: 1991.
Duración: 115 min.
País: Estados Unidos.
Dirección: Jonathan Demme.
Guion: Ted Tally (Novela: Thomas Harris).
Música: Howard Shore.
Fotografía: Tak Fujimoto.
Reparto: Jodie Foster,  Anthony Hopkins,  Scott Glenn,  Ted Levine,  Anthony Heald, Diane Baker,  Brooke Smith,  Tracey Walter,  Kasi Lemmons,  Chris Isaak, Charles Napier,  Roger Corman,  Frankie Faison,  Paul Lazar,  Daniel Von Bargen, Cynthia Ettinger.
Productora: Orion Pictures.
Género: Thriller. Intriga | Crimen. Thriller psicológico. Policíaco. Película de culto. Asesinos en serie. Secuestros / Desapariciones.
Grupos: Hannibal Lecter.

2 Sinopsis.
El FBI busca a "Buffalo Bill", un asesino en serie que mata a sus víctimas, todas adolescentes, después de prepararlas minuciosamente y arrancarles la piel. Para poder atraparlo recurren a Clarice Starling, una brillante licenciada universitaria, experta en conductas psicópatas, que aspira a formar parte del FBI. Siguiendo las instrucciones de su jefe, Jack Crawford, Clarice visita la cárcel de alta seguridad donde el gobierno mantiene encerrado al Dr. Hannibal Lecter, antiguo psicoanalista y asesino, dotado de una inteligencia superior a la normal. Su misión será intentar sacarle información sobre los patrones de conducta del asesino que están buscando.

3.Análisis argumental.
A Clarice, una joven estudiante del FBI, le será encomendada la misión de realizar un estudio psicológico del psicópata asesino en serie Hannibal “el Caníbal” Lecter, que se encuentra en una prisión de máxima seguridad, con el objetivo de coopere con el FBI para dar con otro criminal que está volviendo loca a las autoridades: Buffalo Bill. Cuando Hannibal accede a dar pistas sobre la identidad de este asesino en serie, un antiguo paciente suyo, a cambio de información sobre el pasado de Clarice, la vulnerable joven entrará de lleno en un peligroso juego psicológico donde su vida correrá peligro.

“El Silencio de los Corderos esconde muchos secretos que un primer visionado no termina de reconocer”
Aunque aparentemente El Silencio de los Corderos sea una película lineal y poco enrevesada, esconde muchos secretos que un primer visionado no termina de reconocer. Esclarecerlos es la función del espectador atento, por lo que me dispongo, tanto por cinéfilo como por estudiante de cine, a analizarlos, desvelando uno por uno los detalles más imperceptibles y a la vez fundamentales de la película.

“Lecter aparece como un medio que Clarice utilizará inconscientemente para conseguir su objetivo”
Antes de nada me gustaría que todo el mundo tuviese claro un dato imprescindible para poder entender correctamente el título en cuestión: “El Silencio de los Corderos” trata sobre la metamorfosis. La evolución de un ser a otro. La polilla calavera, que para muchos pasó completamente desapercibida y que solo se recuerda porque aparece en el poster de cine, representa esa metafórica transformación de una simple larva en una bella mariposa. Lo mismo pasará con Clarice (Jodie Foster), que comenzará siendo una joven mujer inexperta rodeada de peligros, sola en un mundo de hombres, la cual se verá forzada a evolucionar y autorrealizarse para conseguir su objetivo: sacar de su cabeza los chillidos de los corderos que la persiguen en pesadillas desde su infancia. Dicho esto creo que queda bastante claro que el mero hecho de la existencia de “personajes secundarios” como el de Hannibal Lecter es completamente circunstancial y sirve de cauce para que Clarice evolucione a ese “yo” realizado. Por lo tanto, me atrevería a decir que Lecter aparece como un medio que Clarice utilizará inconscientemente para conseguir su objetivo. Buffalo Bill es, en cambio, un hombre que intenta realizar esa transformación de manera inversa. En este caso su objetivo es realizar un cambio de sexo para poder llegar a la catarsis interior. Buffalo Bill pretende evolucionar a una mujer haciéndose un traje con pieles de adolescentes, y la indefensa Clarice pretende destacar en un mundo machista: la ambigua contraposición, creo, está bastante clara.

“La planificación de las escenas provoca que el espectador se sienta observado”
Jonathan Demme, al igual que el guionista Ted Tally y el autor de la novela, Thomas Harris, plagaron de pequeños detalles muchas de las secuencias que se suceden en la historia. El perfecto montaje que, aunque a veces resulte lineal, es verdaderamente hermoso, y la planificación de las escenas provoca que el espectador se sienta observado. Muchas veces los actores interpelan al propio “videante” (los vocablos de “La Naranja Mecánica” han pasado a mi diccionario personal), dando como resultado la sensación de sentirse tan Clarice como Jodie Foster. Lecter mira a cámara cuando la conoce por primera vez y es imposible evitar el estremecedor escalofrío que recorre nuestra espina dorsal. Esto y una de las interpretaciones más electrizantes de la década consiguen envolvernos en la claustrofóbica y angustiosa atmósfera que rodea a Clarice (o, si se prefiere, “nos rodea”, pues en el fondo todos somos esa joven estudiante vulnerable). Esta interpelación también resultará efectiva cuando Clarice se encuentre rodeada de policías que la miran fijamente desde arriba, situando la cámara en contrapicado, dando la sensación de pequeñez e inferioridad. Sin embargo, como bien se ha dicho anteriormente, la protagonista sufre una constante evolución ante todas las adversidades de este mundo plagado de hombres (u obstáculos) y consigue superarlas con éxito.
También considero necesario destacar el primer punto de giro que se produce en la película y que, probablemente, sea la metáfora más hermosa y difícil de interpretar que haya encontrado en años. Lo que es más, si mi profesor de guión no me la hubiese puesto delante de las narices, no la habría descifrado correctamente. Me estoy refiriendo a aquella secuencia en la que Clarice entra en el almacén “Su Interior” (otra pista) después de intentar desbloquear la puerta de entrada (otro obstáculo que se interpondrá en su camino en el que los dos hombres que tiene a su lado no la ayudarán), arrastrándose por el suelo y cortándose. Se muestra un primer plano de una insignificante herida, algo que resulta irónico teniendo en cuenta la cantidad de violencia implícita con la que cuenta la película. Y la interpretación de esto es la siguiente: “Clarice se ha visto obligada a sortear todos los obstáculos que se han interpuesto en su camino. Ese instante en el que cruza la puerta significa que ha entrado en una nueva etapa de su vida y que no habrá marcha atrás. La herida es la primera sangre de la mujer desde que está en el FBI y de algún modo ha perdido la inocencia y está dispuesta a seguir con el caso hasta el final.” ¿No es verdaderamente hermoso que un simple plano pueda mostrar tantas cosas?

“Gratitud hacia Sir Anthony Hopkins por habernos regalado la mejor actuación de toda su carrera”
Ahora, y sin ánimo de extender demasiado este comentario, me gustaría mencionar que “El Silencio de los Corderos” es una película de actores. Jodie Foster interpretando el papel de Clarice derrocha madurez en la interpretación y da como resultado una actuación soberbia. Sobran las palabras para expresar la gratitud hacia Sir Anthony Hopkins por habernos regalado la mejor actuación de toda su carrera (atención al no parpadeo de Hannibal, idea del actor – ahora no me imagino a Jack Nicholson, uno de los tantos actores que rechazó el papel, en la piel del caníbal). Por otra parte, la película es brutal, violenta y sanguinaria, pero siempre de una manera implícita: nunca se muestra frente a nuestros ojos, aunque podemos imaginarlo claramente (véase la fotografía que le muestra el doctor Chilton a Clarice antes de conocer a Lecter o cuando él mismo mata a porrazos a uno de los dos policías que lo custodian).

“Una aterradora y al mismo tiempo cautivadora historia que no dejará indiferente a nadie”
Por lo demás, los cinco Oscar que recibió la obra de Demme (película, director, actriz principal, actor principal y guión adaptado) han convertido esta metáfora sobre la metamorfosis en una de las tres únicas películas que pueden jactarse de haber conseguido estos cinco principales Premios de la Academia (las otras dos son “Alguien voló sobre el nido del cuco” del insuperable Milos Forman y “Sucedió una noche” del maestro Frank Capra). Una verdadera maravilla. Una obra de arte. Una aterradora y al mismo tiempo cautivadora historia que no dejará indiferente a nadie. La recomiendo encarecidamente.


4.Análisis connotativo o crítico (personal).
Si pensamos en el cine, nos damos cuenta de que nada en una película está hecho casualmente. Todo conlleva un estudio anterior que, en un cierto modo, da un significado más intrínseco, que va más allá de lo que vemos en la pantalla. El simbolismo cinematográfico se esconde detrás de objetos en una habitación, encuadres, tomas, miradas: cualquier detalle no es un caso, sino que simboliza otro aspecto invisible a ojos “desnudos”, ya que se necesita una cierta capacidad interpretativa.
En El silencio de los corderos, una película que contiene muchos aspectos enigmáticos no solo en la trama, sino también en la estructura narrativa y en el montaje, esconde una continua alternancia de símbolos.
Empezando por el cartel, uno de las más famosos sin duda alguna en la historia del cine: vemos a una mujer en primer plano (la misma Jodie Foster) con una polilla en los labios. Esta mariposa nocturna es un insecto de por sí simbólico, llamado también esfinge de la calavera: esta expresión tiene una motivación muy clara y es que en la parte dorsal del animal hay una mancha blanca con unos puntitos negros, que recuerdan una calavera. Para crear un efecto aún más inquietante, ha sido colocada, en lugar de la mancha verdadera, una fotografía artística de Salvador Dalí y Philippe Halsman, titulada In Voluptas Mors, donde los cuerpos desnudos de las siete mujeres representadas forman justamente una calavera.
La decisión de utilizar esta foto es una metáfora que llama el eterno dualismo entre Eros y Tánatos, el amor y la muerte, provocando, en este sentido, un mensaje subliminal en el observador.
Pero ahora vamos a la historia en sí. Clarice y Hannibal son los protagonistas principales que mueven los hilos de una trama llena de enigmas y de secretos. En su libro Símbolos y mitos en El silencio de los corderos, Olavo Carvalho, a través de las continuas referencias citadas que Hannibal Lecter hace respecto a la filosofía de Marco Aurelio, ve entre estos dos personajes el conflicto entre la inteligencia humana y la astucia diabólica o, más bien, entre las virtudes del hombre (personificadas por Clarice) y las tentaciones del diablo (interpretado por Hannibal), que intenta corromper a la joven, aunque sea siempre en vano.
Muy interesante también la comparación simbólica que Carvalho realiza entre los personajes. Hay una especie de hilo que conecta a los cuatro protagonistas que él define como opuestos complementarios, es decir, Clarice, Lecter, Gumb y Crawford. Peculiar la relación entre Lecter y Gumb (nombre que deriva de gumbe, un tambor africano hecho de piel): Lecter es una persona fría, sólo mata a sus verdugos y prueba desprecio hacia ellos: se considera superior y las juzga; Gumb es pasional y no tiene autocontrol, sólo mata a víctimas inocentes que aprecia y hacia las cuales prueba una especie de atracción: mata a las personas que tienen algo que a él le falta.
Lecter además se come a sus víctimas, hasta englobarlas: las mata para seguir existiendo;  mientras que Gumb quiere entrar dentro de ellas hasta vestirse con su piel, pero mata para morir como un hombre desgraciado en búsqueda de una muerte que le permita volver a nacer.
En fin, Lecter y Gumb se parecen porque ambos predican el mal, pero lo hacen de forma distinta. Carvalho recuerda que la relación entre los dos es el aspecto más enigmático de toda la historia, y nosotros añadimos que quizás se quede irresuelto hasta el final (la película nos hace intuir que ya se conocían, pero no se entra en los detalles de este contacto anterior), ya que lo que necesita el espectador no es aclarar estas relaciones, sino entender los mecanismos psicológicos que se instauran entre todos los protagonistas y que, inevitablemente, se influencian mutuamente. El filme sugiere y esto es parte del juego narrativo: los símbolos sólo son pistas.
Clarice Starling (cuyo nombre significa “claridad” y su apellido “estrella luminosa”, es decir la que hará luz a una situación oscura en la que está viviendo) es una mujer que se mueve muy bien, ya que entiende que la clave para hablar con Lecter es la sinceridad. De hecho, ella misma se “desnuda” completamente, contándole su trauma más íntimo, es decir el que tuvo escuchando a los corderos “llorar” durante el proceso de matanza.
Lecter (“lector”, el que lee en las almas), al revés, es un personaje que insinúa siempre algo más allá de lo que dice. Hay una frase muy peculiar, quizás una de las más famosas en la historia del cine, que pronuncia Hannibal: “Me comí su hígado acompañado de habas y un buen Chianti”. Con esta citación inquietante, Lecter quiere hacer entender a Clarice Starling que su mente no está ofuscada por los fármacos.
Esto porque en un manicomio criminal los detenidos toman unos medicamentos inhibidores que, acompañados por algunos alimentos específicos, podrían ser muy dañinos para el organismo. El doble sentido genera un cinismo y una ironía que caracterizan no sólo el personaje de Hannibal, sino también el atmosfera de la película.
Es preciso recordar también que en el filme hay una presencia enorme de la mitología, que subraya la presencia de unos mismos arquetipos que se repiten continuamente en la psicología humana. Lecter es una especie de Caronte, guardián del infierno, que guarda secretos oscuros. A esto hay que conectar el significado de la mariposa de la especie de las Acherontia atropos, es decir Aqueronte, el río que separaba el mundo de los vivos del mundo de los muertos.
La sugerencia, el simbolismo, el sarcasmo, el cinismo, son todos ingredientes necesarios para que la película asuma una cierta solemnidad mítica, ya que más que un cierto punto o significado no podemos alcanzar y el resto se queda en las interpretaciones que cada uno de nosotros realiza y construye.
Y lo más inquietante es que ninguna de ellas será equivocada.

Ejercicio IX: Gran Torino.

1. Ficha técnica y artística de la película.
Título original:Gran Torino.
Año: 2008.
Duración: 119 min.
País: Estados Unidos.
Dirección: Clint Eastwood.
Guion: Nick Schenk (Historia: Nick Schenk, Dave Johannson).
Música: Kyle Eastwood, Michael Stevens.
Fotografía: Tom Stern.
Reparto: Clint Eastwood,  Christopher Carley,  Bee Vang,  Ahney Her,  John Carroll Lynch, Cory Hardrict,  Brian Haley,  Geraldine Hughes,  Dreama Walker,  Doua Moua, Chee Thao,  Scott Eastwood,  Brian Howe.
Productora: Warner Bros. Pictures / Village Roadshow Pictures / Malpaso Productions / Double Nickel Entertainment.
Género: Drama | Vejez. Inmigración. Racismo. Amistad.

2 Sinopsis.
Walt Kowalski (Clint Eastwood), un veterano de la guerra de Corea (1950-1953), es un obrero jubilado del sector del automóvil que ha enviudado recientemente. Su máxima pasión es cuidar de su más preciado tesoro: un coche Gran Torino de 1972. Es un hombre inflexible y cascarrabias, al que le cuesta trabajo asimilar los cambios que se producen a su alrededor, especialmente la llegada de multitud de inmigrantes asiáticos a su barrio. Sin embargo, las circustancias harán que se vea obligado a replantearse sus ideas.


3.Análisis argumental.
El gran Torino es un largometraje dirigido y protagonizado por Clint Eastwood, estrenado en 2008. El film ha sido interpretado por gran parte del público y la crítica perteneciente a los grandes medios de comunicación de masas como un alegato contra los prejuicios racistas y machistas, y una relectura por parte del director respecto a los antiguos roles interpretados por él en el pasado dentro del género policíaco. Sin embargo, a poco que se enfríen las emociones que naturalmente pueda suscitar el film cuando el espectador se relaja en su butaca y se deja llevar por el contenido emotivo del discurso audiovisual, y se examine cualitativamente del contenido implícito de la cinta, se puede observar cómo los valores chovinistas, la ideología conservadora, el machismo más tradicional, y los prejuicios raciales forman el eje esencial del discurso del director.
El film narra la transformación que experimenta Walt Kowalski, un hombre de avanzada edad, con ideales racistas y conservadores, atormentado por los crímenes cometidos en su participación en la Guerra de Corea, cuando, tras la muerte de su mujer, una familia de procedencia oriental se instala en la casa contigua en un barrio humilde donde pocos blancos continúan residiendo. El protagonista acaba conociendo la bondad de sus vecinos y abandonando supuestamente su naturaleza prejuiciosa a través de la amistad que acaba forjando con Thao, un adolescente que trata de evitar el mundo de las tribus urbanas en el cual un primo suyo le quiere introducir. Walt hará las veces de maestro y mentor de Thao.

Los inmigrantes “buenos”
En primer lugar, la procedencia de la familia inmigrante que rompe los prejuicios del protagonista no es aleatoria, pertenece a la etnia hmong, antigua aliada estadounidense en la Guerra de Vietnam. Ésta es una etnia procedente de diversos territorios situados en Laos, Birmania, Tailandia y Vietnam, que formó parte del plan de freno del Comunismo en el Sudeste Asiático trazado por la inteligencia estadounidense en los años 60. Miles de hmongs fueron pagados por EE.UU. por asociarse a la CIA y luchar contra el Comunismo en la conocida como “Guerra secreta de Laos”. Tras la derrota y expulsión estadounidense, fueron perseguidos y discriminados en sus países de procedencia durante décadas al ser vistos como traidores y espías por sus compatriotas1. En la película, la hermana de Thao lo reduce a estas palabras: luchamos a vuestro lado (en Vietnam) y, cuando os fuisteis, los comunistas empezaron a matarnos, así que nos vinimos aquí. De esta manera se mantiene el prestigio clásico de EE.UU. como principal guardián de la justicia internacional llegando a justificar un crimen como fue la Guerra de Vietnam, y presentando al Comunismo como una ideología genocida que había que erradicar.
Es significativo el hecho de que ningún otro colectivo inmigrante es prestigiado en la película, únicamente esta etnia, la cual aparece representada en un plano de inferioridad con respecto al americano tradicional encarnado en Clint Eastwood. Durante todo el film sus integrantes se comportan con una actitud servil, colmando de regalos y reverencias al protagonista americano, en gratitud por hacer frente a la tribu urbana que acosaba a Thao. Dentro de los personajes hmong, solo dos acaban siendo representados en un plano de igualdad con Walt Kowalski, Thao y su hermana, los cuales representan a la nueva generación de americanos, ya que debido a su juventud, se encuentran en pleno proceso de asimilación de la cultura de este país. El siguiente diálogo entre Walt y la hermana de Thao es claramente representativo del halo de superioridad con el que sutilmente se representa a la cultura estadounidense respecto de la oriental:
Sue: Ojalá nuestro padre se hubiera parecido a ti. […] Fue muy duro con nosotros, era muy tradicional, realmente de la vieja escuela.
Walt: Yo también soy de la vieja escuela
Sue: Sí…pero tú eres americano…
Walt: ¿Y eso que quiere decir?
Sue: (Se encoje de hombros y cambia de tema)
Resulta paradójico que se pueda tildar de tolerante a una película cuyos personajes llegan a estas conclusiones. Así, dentro de las posibles formas de integración cultural de las minorías étnicas estudiadas en EE.UU; asimilación, melting pot, y pluralismo cultural; el film supone un alegato a favor de la primera, la cual consiste en el abandono absoluto por parte de la minoría étnica de su cultura y sus orígenes para acabar siendo parte de la etnia mayoritaria. De hecho, conforme al clásico maniqueísmo habitual en el cine de Hollywood, el director lleva a cabo una clara diferenciación entre inmigrantes “buenos”, familias con actitud servil hacia los autóctonos que guardan en el ámbito doméstico sus ritos culturales tradicionales; e inmigrantes “malos”, delincuentes que se resisten a la asimilación cultural y buscan su identidad en la tribu urbana, presentados en el film como jóvenes sin solución que actúan nocivamente contra la sociedad por naturaleza.
Esta peligrosa simplificación del fenómeno de la inmigración y la delincuencia juvenil hace que el supuesto carácter conciliador de la cinta merezca un replanteamiento, ya que su contenido es evidente que apenas ha evolucionado desde Harry, el Sucio.

El ideal reaccionario
Es conocido el perfil derechista y conservador de Clint Eastwood, el cual recientemente ha manifestado su apoyo al candidato republicano Mitt Romney. No es de extrañar, por tanto, que los valores reaccionarios impregnen el grueso de su producción cinematográfica.
Walt Kowalski es un alter ego representado con una leve autocrítica en clave cómica, pero la esencia de su personalidad conservadora aparece en todo momento prestigiada. Es un guardián de los valores estadounidenses tradicionales, simbolizados en el vehículo de producción americana que da nombre al film, un Ford Torino de 1972, el cual guarda y protege enérgicamente en su garaje de la contaminación del consumismo moderno que ha corrompido incluso a sus propios hijos y a sus familias.
Este personaje puede entenderse como un Harry, el Sucio llegado a la vejez, la principal diferencia existente entre ambos, es que Walt Kowalski llega a aprender que un inmigrante puede abandonar su cultura inferior y retrógrada y convertirse en un ciudadano estadounidense, y que el tomarse la justicia por la propia mano acaba siendo problemático. Pero conceptos como la tenencia de armas para la defensa personal, o la Iglesia como guía espiritual aparecen bien vistos en el film, así como las características masculinas tradicionales que definen al protagonista y que éste transmite a su discípulo en curiosas lecciones de “cómo ser un hombre americano”. En este sentido, la personalidad machista clásica es un bien preciado que debe quedar intacto generación tras generación.
El Gran Torino es, por tanto una película que rebosa intolerancia en su esencia, ya que, en consonancia con el grueso de la producción cinematográfica Hollywoodiense, reduce y ningunea a las diferentes culturas extranjeras, presentándolas la mayor parte de las veces como atrasadas y primitivas, y a su vez transmite el mensaje xenófobo de que los inmigrantes deben sentirse agradecidos hacia los autóctonos de los países en los que se asientan, ya que estos les permiten vivir en ellos.
El hecho de que en la opinión pública este film figure como un discurso a favor de la tolerancia y la integración evidencia el subdesarrollo en el que se encuentra la cultura mediática contemporánea en el terreno de la ética y la humanidad.

4.Análisis técnico.
FORMATO CINE: 2.40:1
RESOLUCIÓN: 1920 x 1080p
CODEC: AVC MPEG-4
SONIDO/IDIOMAS: DOLBY DIGITAL 5.1 CAST, FR, AL, JAP, IT, FR, ING, DOLBY TRUEHD 5.1 ING

5.Análisis connotativo o crítico (personal).
Walt es un estadounidense ya mayor el cual se queda viudo y su familia no le apoya demasiado, sino que fingen por interés. Por eso vive resentido. Su figura solitaria esta siempre rodeada de personajes que le visitan y le hacen tomar decisiones. Walt convive desde hace unos años con unos vecinos asiáticos a los que detesta, ya que hace años participó en la guerra de Vietnam donde no guarda un buen recuerdo ya que hizo atrocidades. El sacerdote del barrio le insiste en que se confiese como quería su mujer y que se aleje de problemas. Los problemas llegaron una noche en la que el hijo de la familia vecina asiática fue persuadido para que intentara robar su coche, un gran torino. El chico, Tao fue sorprendido en el garaje y reconocido pero logró escapar. Walt tras mostrar y liberar su odio recibe las disculpas de sus vecinos y la situación que viven, por lo que acepta su perdón como una deuda y actúa de forma parental con Tao durante un tiempo en el que este le debe trabajo. Tao aprende y en el fondo se divierte con Walt. Pero pronto vuelven a surgir los problemas cuando reaparecen la pandilla en la que esta el primo de Tao, el cual lo quiere meter en la banda y que se convierta en un delincuente. Walt decide actuar y se enfrenta a ellos y se pone de parte de sus vecinos. A partir de ahí viven buenos momentos juntos hasta que vuelven a toparse con los pandilleros los cuales no se echan atrás y atacan a la familia de Tao. Walt ya cansado de acosamientos y palizas a Tao y incluso una violación a su hermana decide actuar, su persona cambió en ese momento ya que dejó de lado sus pasados complejos y quiso hacer justicia, estuvo un tiempo planificando, Walt estaba enfermo le habían diagnosticado una enfermedad hace poco pero esto no le echó atrás. Fue a confesarse como quería su mujer antes de morir y después a la misma casa de los pandilleros. Los amenazó e hizo el gesto de sacar un arma el cual los asusto y le devolvieron su miedo con un fusilamiento que acabaría encarcelándolos y salvando a la familia de Tao. Se sacrifico por salvar a los que se mostraron agradecidos con él, le enseño una lección a Tao el cual heredó su gran Torino y a su familia no les dejó nada por interesados.
Yo creo que esta es una película muy emocional, esta llena de momentos con diferentes sensaciones, el final es trágico pero con una buena causa. Se ven temas como la religión, la trasformación de las personas, las diferencias raciales... Muy espectacular y con buenas lecciones, ya que los personajes emplean un comportamiento ejemplar del que se pueden sacar conclusiones.

Ejercicio VI: Casino.

1. Ficha técnica y artística de la película.
Título original: Casino.
Año: 1995.
Duración: 173 min.
País: Estados Unidos.
Dirección: Martin Scorsese.
Guion: Nicholas Pileggi, Martin Scorsese (Novela: Nicholas Pileggi).
Música: Varios.
Fotografía: Robert Richardson.
Reparto: Robert De Niro,  Sharon Stone,  Joe Pesci,  James Woods,  Don Rickles,  Alan King, Kevin Pollak,  L.Q. Jones,  Dick Smothers,  Frank Vincent,  John Bloom,  Clem Caserta, Melissa Prophet,  Pasquale Cajano,  Vinny Vella,  Frankie Avalon.
Productora: Universal Pictures / Légende Entreprises / Syalis DA / De Fina-Cappa
Género: Thriller. Drama | Mafia. Crimen. Juego. Años 70. Años 80.

2 Sinopsis.
Las Vegas, 1973. Sam "Ace" Rothstein, un profesional de las apuestas, es el eficaz director de un importante casino que pertenece a un grupo de mafiosos. Su misión es controlar el funcionamiento del negocio y garantizar que la corriente de dinero que va a parar a manos de sus jefes siga fluyendo. Las Vegas es un lugar ideal para millonarios y políticos, pero es también lugar de paso de tahúres, prestamistas, traficantes de drogas y matones. Un día el violento Nicky Santoro, al que sus jefes han encargado que cuide de Sam, llega a Las Vegas con la intención de quedarse.

3.Argumento.
Sam "Ace" Rothstein, un apostador deportivo profesional y un asociado a la mafia, es enviado a Las Vegas para dirigir el casino Tangiers fundado con un préstamo del Sindicato de Camioneros a pedido de los capos de la mafia del medio oeste norteamericano y respaldado por el líder de la organización, el senador Andy Stone. Tomando ventaja de las permisivas leyes que regulaban el juego en Las Vegas, ejerciendo su labor en el casino con una licencia en trámite, Sam se convierte en el jefe "de facto" y dobla las ganancias del casino, a las que a su vez se extraían fuertes sumas antes de que se reportaran a las agencias de recaudación de impuestos y que llegaban directamente a manos de los capos. Impresionados por el trabajo de Sam, los jefes envían a un amigo de la infancia suyo, un ajustador de cuentas y a la vez caporegime Nicholas "Nicky" Santoro, para que protegiera a Sam y al negocio que estaba llevando a cabo, idea que no agrada del todo a Sam. Al llegar, Nicky empieza actividades criminales paralelas a la misión con su asociado Frankie Marino, y luego de obtener varias ganancias "a la fuerza" monta un restaurante con su hermano Dominick. Nicky, sin embargo, se convierte más en una incomodidad que en una ayuda; su temperamento violento hace que le prohíban la entrada rápidamente en cada casino, y a pesar de las advertencias de Sam, hace méritos para que su nombre se escriba en el "Libro Negro", impidiéndole pisar siquiera la línea de parqueo de un casino en Las Vegas. Nicky entonces decide actuar por su cuenta al llamar al resto de su banda criminal que viene desde el medio oeste y comienza a ejecutar robos de joyas y asesinatos de los que siempre logra evadir su culpabilidad por falta de testigos y pruebas, siendo seguido constantemente por el FBI.
Sam, mientras tanto, conoce y se enamora de la estafadora Ginger McKenna. A pesar de la renuncia de Ginger, pronto tienen una hija llamada Amy y se casan. Su relación se comienza a deteriorar cuando Sam y Nicky atrapan a Ginger dándole dinero a un antiguo ex-novio, otro estafador de poca monta llamado Lester Diamond (James Woods). Sam también hace un enemigo poderoso cuando despide a Donald Ward, un trabajador incompetente al que rehúsa volver a emplear, que resulta ser cuñado de Patt Webb, un Comisionado de Clark County. Webb contraataca al sacar a la luz el trabajo de Sam con licencia en trámite, forzándolo a tener una audiencia para recibirla, mientras que secretamente llega a un acuerdo con la junta del juego y el Senador del estado Harrison Roberts, para que la rechacen. Sam responde apareciendo en televisión, lo que genera malestar entre los capos, a quienes incomoda la publicidad hecha por Sam ya que tenían el poder de arreglar calladamente el problema con las autoridades de la ciudad que él acusaba públicamente en su programa y le piden que se retire de Las Vegas; Sam rehúsa tercamente y responde que la culpa de sus problemas es de Nicky y sus imprudentes infracciones a la ley que lo salpican públicamente. En una acalorada discusión en medio del desierto, Nicky le advierte a Sam que nunca "vuelva a pasar sobre su cabeza" de nuevo.
Los capos se reúnen con el subjefe de Kansas City, Artie Piscano, para supervisar la operación de evasión fiscal y reducir la cantidad que los criminales locales se quedaban para sí mismos, debido a las bajas ganancias que estaban obteniendo dados los problemas de Rothstein; Piscano anota incriminadoras cuentas en un libro y es pescado por el FBI que accidentalmente tenía un micrófono en su centro de operaciones (con una tienda de abarrotes como fachada) mientras revelaba detalles de las extracciones de dinero con sus parientes con quienes alega por el descontento que le produjo el cambio. Sam pierde la paciencia con Ginger luego de que ella y Lester Diamond se dirigen a Los Angeles con planes de escapar a Europa llevándose a su hija Amy. Sam habla con Ginger y la convence de regresar a Amy, pero el alcoholismo y la adicción a la cocaína de Ginger enfurecen tanto a Sam que la echa de la casa. Ella regresa después, aceptando la condición de Sam de llevar un beeper con ella para que Sam pudiera contactarla en cualquier momento. Ginger busca a Nicky para que la ayude a recuperar una llave que le permitiría acceder al dinero que ella y Sam guardan en el banco prometiéndole compartirlo con él y comienzan una aventura. Sam se hastía de Ginger cuando ella deja atada a Amy a la cama para pasar una noche con Nicky. Sam la confronta en el restaurante y la repudia. Ella va en busca de Nicky quien se lava las manos de la situación. La mañana siguiente, Ginger llega a la casa de Sam, crea un alboroto y aprovecha la confusión para llevarse la llave de Sam del depósito compartido del banco; ella toma una gran suma de dinero pero es arrestada luego de salir del banco por agentes del FBI.
Con Ginger arrestada, y los descubrimientos de los registros de Piscano, que luego son confrontados con la operación de fraude fiscal descubierta, el imperio de los casinos se desmorona y los jefes son llevados a juicio. Durante la audiencia se reúnen en privado y deciden eliminar a los involucrados en el fraude con el fin de evitar testimonios, incluyendo a Andy Stone, y a varios ejecutivos del casino. John Nance, quien extraía el dinero de las ganancias y se la llevaba a los capos, logra huir a Costa Rica para evitar las autoridades y guardar silencio, pero tras la captura de su hijo por parte del FBI es eliminado para evitar que se inculpe a sí mismo en un intento de salvarlo. Ginger muere en la ruína en Los Angeles por una sobredosis accidental, y Sam se salva de un atentado con una bomba instalada en su automóvil, del cual sospecha, es Nicky el responsable. Antes de que Sam pueda corroborarlo o enfrentarlo, Nicky y su hermano Dominick son asesinados por Frankie Marino y sus antiguos cómplices. Sam narra que los jefes estaban hartos de Nicky y le ordenaron a Frankie que se deshiciera de él.
Con el hampa perdiendo el poder en Las Vegas, los viejos casinos son comprados por grandes corporaciones que los demuelen para construir nuevos casinos con atracciones de azar financiadas por bonos de grado especulativo. Sam lamenta que esta nueva Las Vegas "de ambiente familiar" no ofrezca los mismos tipos de atenciones a los jugadores de la anterior (ni el mismo tipo de jugadores en sí), ya que a su modo de ver antes gozaba de más clase cuando dirigía el Tangiers. En la escena final, un Sam envejecido es mostrado viviendo en San Diego, una vez más trabajando como apostador deportivo profesional para el hampa, o en sus palabras "justo donde comenzó".

4.Análisis connotativo o crítico (personal).
Después del giro de 180º realizado con “La Edad de la Inocencia”, Martin Scorsese volvió a su tema favorito: el hampa, y lo hizo contando con varios miembros de “Uno de los Nuestros” como son Nicholas Pileggi en el guión (basado en su libro homónimo) y Robert De Niro y Joe Pesci como protagonistas. La película giraría esta vez sobre la ciudad de Las Vegas, en que un grupo de personajes apuestan sus vidas en post del triunfo.
“Casino” retrata fielmente el funcionamiento de un negocio en Las Vegas, movido siempre por mafioso a miles de kilómetros que lo controlan poniendo a alguno de sus miembros al frente. Las Vegas, la ciudad del pecado, la ciudad que vive de noche iluminada por innumerables luces capaces de verse desde el aire y que impiden ver el gigantesco desierto que lo rodea. El lugar idóneo para perder la vida jugandotelo todo.
Para retratar el mundo de los Casinos la historia gira sobre tres personajes.
Sam “Ace” Rothstein: Antiguo corredor de apuestas con ojo de lince, del cual viene su apodo “Ace” (el As). Es el hombre idóneo para dirigir un Casino aunque al principio él lo dude. Rothstein es un apostador nato, pero en la película no apuesta por dinero, sino porque su vida vaya en auge. Al principio reacio a dirigir el Casino Tangiers, pronto se sentirá como en casa dentro de él, controlando que todo vaya sobre ruedas para que los jefes estén contentos. Se mueve como Dios dentro del Tangiers, al que considera su bebé, lo que él diga se hace, y solo hay una norma: pase lo que pase la banca siempre gana. Pronto aparecerá para Ace otro gran amor en su vida, Ginger, una buscavidas que se mueve por su local y por la que Rothstein apostará casándose con ella y dándole la llave de toda su fortuna.
Nicky Santoro: Amigo de Sam desde hace años, es enviado a Las Vegas para cuidar de él y del negocio. Nicky es un avaricioso, siempre se mueve en busca de su propio beneficio. De carácter impulsivo y violento Santoro verá en Las Vegas una tierra virgen de la que extraer un montón de dinero sin que se enteren en casa, su objetivo primordial es llevar a la ciudad una organización criminal de la cual él sea el jefe. Al principio seguirá teniendo una relación cordal con Sam, pero está irá degenerando en un enfrentamiento entre ambos que puede resultar perjudicial para cualquiera de los dos. Los vicios de Nicky son de lo más variado, entre los que se encuentran el acostarse con las mujeres de otros, como Ginger, de la cual se hace amante.
Ginger: Una buscavidas que se pega a todo aquel que tenga fortuna en el juego para sacar tajada. Su truco es tratar bien a las personas y su golpe de suerte conocer a Sam, quien le abrirá las puertas al paraíso. Sin embargo su apego hacia Lester, un chulo yonqui, la hace perder la confianza de Sam. No la ayuda mucho su adicción a las drogas y su amistad con Nicky.
Scorsese vuelve a deleitarnos con una narración emocionante a base de grandes planos largos y travellings maravillosos. Por poner ejemplos mencionaremos el travelling que nos describe cómo sacan el dinero mediante un maletín los mafioso o esos grandes barridos y panorámicas que describen la vida diaria dentro del casino. El director envuelve la película de lujo, todo es enriquecedor visualmente, yo no solo gracias a los flamantes decorados llenos de luces cegadoras, sino al excelente diseño de vestuario plagado de color.
De nuevo el tempo está perfectamente tratado, todo sucede a un ritmo endiablado del que no perdemos detalle y que nos atrapa en esa espiral de juego y poder. La presentación de Rothstein es muy inteligente al presentárnoslo a través de su voz en off mientras su figura va iluminándose en un ligero contrapicado. El momento en que Ginger entra en la vida de Sam es también memorable, sobre todo gracias a ese plano cenital en que la rubia de oro lanza las fichas al aire.
Como suele ser habitual en varias películas del director, el uso de la voz en off se convierte en un elemento más. En esta ocasión son dos personajes los que nos narran la historia: Sam y Nicky. Resulta curioso cómo termina la voz en off de Nicky, justo cuando su vida llega a su fin, cortándola bruscamente del sonido. El mayor problema que le veo en esta película concreta al uso de la voz en off, es que hay frases que bien podrían haberse eliminado por resultar repetitivas, no hay más que fijarse en cuantas veces Nicky hace alusión a “el dinero, siempre el maldito dinero”, que, aunque sea para hacer hincapié en la causa por la que se desencadena todo, resulta cargante.
El guión, firmado por Nicholas Pileggie y Scorsese, está muy bien trazado narrándonos diez años en la vida de los protagonistas y contándonos los trapicheos con los que mueven el dinero de los casinos. El libreto contiene además un momento de lo más divertido cómo es el aterrizaje del FBI en casa de Sam y la huida de los agentes de su residencia mientras Nicky usa la avioneta como blanco para su juego de golf.
La fotografía de Robert Richardson se caracteriza por esos halos de luz cegadora en cenital que enmarca a los personajes principales. El montaje de Thelma Schoonmaker es frenético, afín a lo que requiere la trama, y es de reconocer que consiga que una película de cerca de tres horas se pase en un suspiro abarcando una década de historia. El uso musical es propio de Scorsese, con cantidad de temas que encajan con las imágenes, entre los que no pueden faltar su indispensable “Gimme Shelter”.
Robert De Niro es Sam Rothstein volviendo a ofrecernos otro de sus recitales en que su mirada hablé más que su lengua. Su imagen de jefe no se la discute nadie, aunque parezca ridículo con esos trajes que lleva tan coloridos (atención a esa escena en que se lventa en calzoncillos) y sus gafas gigantes, propias de los 70. Joe Pesci es Nicky Santoro, de nuevo mostrándonos su cara de mala leche y de pocos amigos. Su palabra favorita es “joder”. Sharon Stone es la sorpresa como Ginger. La actriz se ganó los aplausos con este papel que de verdad borda mostrándonos como pasa de la mayor gloria a la decadencia enfermiza. Nunca volvió a hacer nada tan grande, ni a salir tan guapa, como aquí. James Woods es Lester, el amiguito de Ginger. El actor da vida muy bien al hombre fracasado que temerá cruzarse con Sam.
Hemos de citar irremediablemente “Uno de los Nuestros”. Si hay una razón por la cual considere “Casino” como notable, en lugar de maestra, es porque está a la sombra de “Uno de los Nuestro”. El uso de la voz en off, el ritmo atosigante al final en que todo parece estallar para los personajes, el ascenso y posterior decadencia de uno de los protagonistas (Liotta en aquella Stone en la presente), lo muy parecidos que son los roles de De Niro y Pesci en ambas (por no decir idénticos), están un nivel por debajo que en la magistral película del 90.
Aún así, “Casino” es con todas las de la ley, la última gran obra de Scorsese, donde todo su genio volvía a deleitarnos con una historia de ambición, poder y traiciones en el mundo del hampa. Todo marcado desde el principio con aire de tragedia griega, aunque al final salve a uno de los protagonistas de lo que parecía una muerte segura.
Las críticas fueron muy favorables para la película, sobre todo para Sharon Stone, quien saboreó las mieles del éxito dentro del circulo de críticos ganando el Globo de Oro y recibiendo una nominación al Oscar como Mejor Secundaria.
Otra muestra más de la genialidad de Scorsese para retratar el mundo de la mafia, esta vez zambulléndonos en Las Vegas y en el turbulento negocio de los casinos. Prueben suerte.

Ejercicio V: Con faldas y a lo loco.

1. Ficha técnica y artística de la película.
Título original: Some Like It Hot.
Año: 1959
Duración: 120 min.
País: Estados Unidos.
Director: Billy Wilder.
Guión: Billy Wilder, I.A.L. Diamond (Historia: Robert Thoeren, Michael Logan).
Fotografía: Charles Lang (B&W).
Música: Adolph Deutsch.
Reparto: Marilyn Monroe,  Jack Lemmon,  Tony Curtis,  George Raft,  Pat O'Brien, Nehemiah Persoff,  Joe E. Brown,  Joan Shawlee,  Billy Gray,  George E. Stone, Mike Mazurki,  Dave Barry,  Harry Wilson,  Beverly Wills,  Edward G. Robinson Jr, Barbara Drew.
Productora: United Artists / Ashton Productions / The Mirisch Corporation.
Género: Comedia | Años 20. Mafia. Remake.

2 Sinopsis.
Época de la Ley Seca (1920-1933). Joe y Jerry son dos músicos del montón que se ven obligados a huir después de ser testigos de un ajuste de cuentas entre dos bandas rivales. Como no encuentran trabajo y la mafia los persigue, deciden vestirse de mujeres y tocar en una orquesta femenina. Joe (Curtis) para conquistar a Sugar Kane (Monroe), la cantante del grupo, finge ser un magnate impotente; mientras tanto, Jerry (Lemmon) es cortejado por un millonario que quiere casarse con él. (FILMAFFINITY)

3.Argumento.
En el Chicago de finales de los años veinte, dos músicos de jazz, Joe y Jerry, se ganan la vida en un bar clan-destino en los tiempos de la Ley Seca. Una noche son testigos de la masacre del día de San Valentín. Para huir de la banda de mafiosos de Botines Colombo, la pareja se disfrazará de chica y entrará a formar parte de una orquesta de señoritas las Sweet’s Society Syncopaters. Mientras están en el tren que les llevará a la soleada Florida, hacen amistad con la cantante de la orquesta Sugar Kane. En Florida Joe se enamora de Sugar y Jerry consigue que el millonario Osgood Fielding III se interese por ella. Jerry disfruta de su papel de chica, e incluso recibe una proposición de matrimonio que no rechaza. La reunión anual del sindicato del crimen se celebrará en el mismo hotel en el que se ocultan los dos músicos. Gracias al enamorado de Daphne, Osgood, todos conseguirán salvarse.

4.Análisis.
Esta película abre una nueva etapa de madurez para Wilder. De tal modo que ‘Con faldas y a lo loco’ representa un epílogo respecto de su cine anterior y un prólogo al posterior. A partir de entonces Diamond y Wilder serían una pareja creativa inseparable. El guión de Con Faldas y a lo loco es obra del propio Billy Wilder y de Izzy Diamond. Ambos estaban conformes en tomar como base la premisa básica de otro film "Ellas somos nosotros" y aunque no les gustaba la película, la idea de dos músicos huyendo travestidos, si les parecía sugerente. Travestismo, parodia y transgresión; manipulación de identidades; confusión de sexos; mezcla de slapstick y screwball comedy; burla de los films de gánsteres. La excusa, 1929, Chicago, La matanza del día de San Valentín.
El código Hays fue implantado en Hollywood en 1934 consistió en unas estrictas normas de censura sexual, política, social incluso racial y estuvo vigente hasta 1966. El objetivo último era presentar una América inmaculada. La película se produjo en los últimos años de este Código Hays. De no darse esta circunstancia probablemente la cinta no hubiera podido sobrepasar la férrea censura existente en la época. Esta historia de sinvergüenzas, de chicas atolondradas en busca de millonarios y de músicos que huyen de metralletas en el siglo XXI puede parecer una historia inocente incluso ingenua. Pero en aquélla época fue bastante polémico ver a Lemmon y a Curtis vestidos de mujeres. Así como, las referencias a los coleccionistas millonarios de “conchas”, una banda de música femenina. El vestido de Marilyn manteniendo, con la iluminación, la atención sobre sus pechos mientras canta. Osgood y su "erección" en el ascensor. La escena del yate es otra muestra de esa apertura. La película obtuvo la calificación B por la National Legion of Decency (la antigua Catholic Legion of Decency…), y fue distribuida por la United Artists sin la aprobación de los códigos censores de la MPAA, derivación del Código Hays. Diamond y Wilder se pasaran sorteando las reglas del código toda la película para deleitarnos con unos diálogos insuperables. "El público se reirá tan alto que no oirá la mitad del dialogo" Le dijo a la prensa mediada la producción.
 "Puede que sea el primero en poner subtítulos en inglés en una película de habla inglesa para que la gente se entere de lo que se está diciendo" En la escena del enamoramiento de Lemmon incorporaron el baile con los maracas y reajustaron el montaje para dar más espacio a los espectadores a reírse y no perderse nada del dialogo. Si se le añaden gánsteres, canciones, metralletas y cadáveres, el coctel Wilder estaba servido. El uso de estrellas del Star system era un recurso importante en la época al que Wilder acudió con frecuencia. El cineasta tendrá un actor fetiche para sus películas, particularmente para sus comedias en la figura de Jack Lemmon, con el que trabajó en siete películas. Jack Lemmon representa perfectamente al eterno perdedor, un antihéroe en toda regla. El actor confesaba haberse caído literalmente del sillón por un ataque de risa al leer el guion. Tony Curtis le fue más ajeno al director. No pasó de ser el chico guapo preocupado por su físico, sustituto de Frank Sinatra para quien en un principio se había pensado este papel. La presencia de Marilyn, además de belleza, le imprimiría al rodaje un grado de complejidad importante. Llegaba tarde a los rodajes, las tomas eran eternas. Las quejas de los demás actores incluidos los otros dos protagonistas no hicieron mella en él. El rodaje fue intenso. Se rodó mientras se escribía para ver que funcionaba y que no.

5.Análisis connotativo o crítico (personal).
Debemos considerar Con faldas y a lo loco, con la manida pero cierta frase, una película de su tiempo. Todas las características del cine clásico, omnipresente en la época, se pueden encontrar en la cinta. Representa la gran comedia americana, en la que Wilder destaca como uno de los grandes talentos. El título original de la película era Some like it hot. La traducción literal en castellano sería algo parecido a "A algunos les gusta caliente". En los años treinta, el término inglés Hot se acuñó para describir el estilo del puro  jazz, sucio, sudoroso, sensual y espontaneo. El tipo de música que interpreta la banda femenina de la película. Jazz genuino. En la cinta el hot jazz se utiliza como un desahogo cómico, pero no es una comedia musical. En ella solo hay tres temas empleados para ejemplificar los sentimientos de la protagonista femenina e incluidos en el relato mismo. En la comedia clásica americana encontramos dos subgéneros. La comedia sofisticada y la comedia popu-lista. De una mezcla de ambas surgirá la screwball comedy(comedia chiflada) de los años treinta centrada en los diálogos y en el juego interpretativo. Billy Wilder, en sus comedias, estará más cerca de esta. En ella se puede apreciar la crítica a la hipocresía social imperante y esa mezcolanza de elementos dramáticos con situaciones cómicas donde se pone en relación a los personajes a través de diálogos con réplicas brillantes. Contiene situaciones equívocas, confusiones de todo tipo y elementos dramáticos. Si algo destaca en las comedias de Billy Wilder es la visión escéptica de los mundos que representa. El humor ácido, irónico y cínico que impregna el tono global de todos sus films terminan dejando, no obstante, un regusto agridulce.