martes, 28 de julio de 2020

Un pedacito de mi corazón

Dejame decirte que sí te he contado mis problemas o si he llorado contigo...
Ya llevas un pedacito de mi corazón, hagas lo que hagas con él, es tuyo.
Y ocurra lo que ocurra yo siempre voy a estar aquí por ti.
Quizás no lo diga a diario.
Quizás no lo demuestre a diario.
Pero créeme, confio lo suficiente en ti como para morir por ti.

No importa la situación, soy una kamikaze en el cariño.
Y yo elegí ser feliz repartiendo mi pequeño corazoncito.
Cuidar o no tú trocito es cosa tuya, pero ten en cuenta que mi corazón también puede llorar, ten cuidado que no se te resbale de las manos...

No importa si está roto o no, los cristales rotos reflejan más el brillo.
Y yo quiero elegir brillar por los que cuidaron mi corazoncito. 
Con amor, comprensión, ternura y respeto.
Brillaré por ti, me quieras a tú lado o no.
Porque yo no olvido los actos de cariño y de amor hacia mi.
Olvidaré todo el dolor. 
Pero una palabra tierna siempre hace un gran cambio.
Una palabra de amor siempre ayuda en un día gris.
Un abrazo y algo de comprensión siempre me han ayudado a levantarme de la cama cada día y no rendirme.

Aún hay días en los que me rindo, pero sé que mi corazoncito está en buenas manos, en manos cuidadosas y tiernas.
En manos que van a ayudarme a que mi llama vuelva a brillar, aunque mis lágrimas aún puedan apagar mi fuego como hace la lluvia.

Sí, aún lloro algunas noches, pero esas palabras de cariño, amor y ternura hacen que sean lágrimas dulces y no saladas.
Mis ojos reflejarán la luz que me dais como el arcoíris tras una tormenta.

No estoy sola, nunca lo he estado.
Porque poquito a poco dejé mi corazón en buenas manos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario