Título original: Qu'est-ce qu'on a fait au Bon Dieu ?
Año: 2014.
Duración: 93 min.
País: Francia.
Director: Philippe de Chauveron.
Guión: Philippe de Chauveron, Guy Laurent.
Fotografía: Vincent Mathias.
Música: Marc Chouarain.
Reparto: Christian Clavier, Chantal Lauby, Ary Abittan, Medi Sadoun, Frédéric Chau, Noom Diawara, Frédérique Bel, Julia Piaton, Émilie Caen, Élodie Fontan, Pascal Nzonzi.
Productora: Les films du 24 / TF1 Droits Audiovisuels / TF1 Films Production.
Género: Comedia | Familia. Racismo. Bodas.
2 Sinopsis.
Claude y Marie Verneuil, un matrimonio católico y muy conservador, tienen cuatro hijas, a las que han tratado de inculcar sus valores y principios. Sin embargo, las chicas sólo les han dado disgustos: la mayor se casó con un musulmán; la segunda, con un judío, y la tercera, con un chino. El matrimonio deposita todas sus esperanzas en la hija menor, esperando que, al menos ella, se case por la iglesia.
3.Análisis argumental.
Estructura: Lineal
Puntos de giro: Cuando conocen el novio de la hija menor, las familias se conocen, casi divorcio de los padres de las novias, quedada navideña, finalmente boda de la hija menor.
Temas que trata: Racismo, matrimonio, religión, familia.
Trama principal o argumento: Bodas de las hijas.
Trama profunda o conflictos internos: Problemas familiares. El racismo se puede eliminar
Mensaje o valores que trata de transmitir: El racismo no sirve para nada, unión familiar.
El quinto largometraje del guionista y director Philippe de Chauveron presenta la situación que viven Claude y Marie Verneuil, unos padres franceses, tradicionalistas, católicos, burgueses, bien educados, de viejas costumbres, nacionalistas, degaullistas, que ven casar a tres de sus cuatro hijas con un musulmán, un judío y un chino, respectivamente, lo que los tiene realmente afligidos. Sus esperanzas están puestas en su cuarta hija, quien opta, ella sí, por un católico, pero con un cierto inconveniente que los sorprenderá. El tema ha desatado la curiosidad del público, ya que promete ser una comedia de enredos cargada de ingenio. Asimismo, entendemos que al tocar contenidos relevantes y actuales, como lo son el racismo, la tolerancia, la aceptación de las diferencias, provocó un gran interés. Desafortunadamente, no llena del todo las expectativas, ya que lo hace desde las etiquetas más burdas, los típicos estereotipos forzados y chistes trillados. Se cuida de no ofender demasiado, es políticamente correcta, pero por lo mismo cae en un humor casi infantil que no causa risa, ni mucho menos, reflexión. El mensaje que intenta trasmitir es el de la convivencia pacífica, invita a ser más incluyentes; no obstante, abusa de los lugares comunes, de las bromas y provocaciones sin sentido. Parece, incluso, que por momentos se olvida de su tema principal y cae en lo que sería una típica comedia romántica, dejando de lado lo incitante de su primera intención y desaprovechando su promisoria idea. Sabemos que es una comedia que tan sólo busca entretener y divertir, no queremos pedirle más, pero uno espera que al tratarse de temas como estos, el acercamiento sea, por lo menos, más inteligente y los momentos cómicos, más ingeniosos, lo cual es una decepción, ya que no se aprecia un trabajo minucioso en el guion, buscando diálogos astutos ni las situaciones absurdas, que hagan al público realmente carcajearse. A diferencia de otras comedias francesas, también exitosas como lo fueron Amigos (Intouchables, 2011) o Louise-Michel (2008) y otra más reciente, Chicos y Guillermo ¡A comer! (Les Garçons et Guillaume, à table!, 2013), que tratan tópicos de discriminación o de diferencias raciales y sociales, con mucho mejores resultados, al abordarlos con un humor fino y perspicaz. Con excepción de ciertos momentos simpáticos, el humor manejado en el film de De Chauveron es totalmente simplista y redundante. La actuación del papá desesperado, interpretado por el actor Christian Clavier, rescata en algunos intervalos la monotonía de la cinta, y más aún cuando convive con su nuevo consuegro a cargo de Pascal N’Zonzi, quien resulta, definitivamente, el mayor punto a favor de la película. La interacción de estos dos personajes es lo que hace que el espectador pueda percibir que está ante una comedia de costumbres y situaciones graciosas, que salen de proporción. Esta mancuerna sí hace reír, mostrando que el racismo y la intolerancia están arraigados en cualquier nivel, sector y color de la sociedad. La madre (Chantal Lauby), por su parte, tiene también uno que otro instante risible, como cuando pasa por la Iglesia a confesarse, o cuando decide ser más cool, y toma clases de zumba con su consuegra. Por el contrario, la relación entre los cuñados de diferentes religiones y grupos culturales, no es tan ingeniosa. Se debería haber explotado más, pero no desde la provocación o la violencia gratuita, sino desde la complejidad de su convivencia, y de la dificultad de la adaptación a sus diversas formas de ver el mundo. Nos quedamos a medias ante unos personajes que no están bien definidos, no los comprendemos, no los llegamos a conocer bien. Sobre todo los de las hijas, no sabemos quiénes y cómo son, no sentimos creíble su relación con los maridos, poco se cuenta o poco se ve de ello. Están desdibujados, no aparecen los rasgos de su personalidad. Podemos deducir que el director no les da mucho material a los actores para profundizar en sus personajes, por lo que no terminan de adueñarse de ellos, haciéndolos poco verosímiles. No me resulta rescatable ni muy sobresaliente alguna de sus actuaciones. El rol de la hermana artista, que es demasiado sensible, tiene al menos algún atributo para desarrollar en su papel, sin embargo, se abusa de este y se cae en la redundancia, por lo que deja de ser gracioso. A lo largo de sus noventa y siete minutos de duración, el film pasará de momentos monótonos y repetitivos, a unos mejor logrados, pero se lo verá difícil para mantener a flote el nivel de atención del espectador. Se nota el enorme trabajo que cuesta encontrar los gags cómicos, aunque sin duda habrá quien los halle muy simpáticos; definitivamente, pudieron haberse pensado un poco más. Sin embargo el creador decide ir por el camino más fácil, el de los estereotipos conocidos, las bromas comunes. Y aunque la idea prometía humor y sátira, y el tópico se presume interesante, el resultado se queda corto, y lo que se presenta en pantalla resulta ser mucho menos de lo que se podría esperar. Finalmente se logra captar una crítica a la intolerancia, una burla a los prejuicios y un humor ligero que implica reírse de uno mismo y de la sociedad. No obstante, creo que a Philippe de Chauveron le hizo falta audacia y contundencia, para sacar mayor provecho a una susceptible temática.
4.Análisis técnico.
Tipo de montaje: Expresivo e idiologico.
Ritmo: lento
Tipo de fotografía: fondo blanco y letras grandes de un rosa rosa fucsia para llamar la atencion, la fotografia es alegre y ambiente divertido
Empleo del sonido: Mucho.
Uso informático: Poco
Dirección artística (ambientación, vestuario, escenarios): Moderna.
5.Análisis connotativo o crítico (personal).
Es una buena pelicula con sus bromas y su humor negro sin ofender, las ideas de esta pelicula están bien hechas y la historia es bastante original.
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