1. Ficha técnica y artística de la película.
Título original: InterstellarAño:2014Duración:169 min.País:Estados UnidosDirector: Christopher NolanGuión: Jonathan Nolan, Christopher Nolan (Historia: Kip Thorne)Fotografía: Hoyte van HoytemaMúsica: Hans ZimmerReparto: Matthew McConaughey, Anne Hathaway, David Gyasi, Jessica Chastain,Mackenzie Foy, Matt Damon, Michael Caine, John Lithgow, Casey Affleck,Timothée Chalamet, Wes Bentley, Ellen Burstyn, Topher Grace, David Oyelowo,Collette Wolfe, Leah Cairns, Elyes GabelProductora:Entertainment Warner Bros / Syncopy Production / Paramount Pictures / Legendary Pictures / Lynda Obst ProductionsGénero:Ciencia ficción. Drama. Aventuras | Aventura espacial. Futuro postapocalíptico.Viajes en el tiempo. Robots
2 Sinopsis.
Al ver que la vida en la Tierra está llegando a su fin, un grupo de exploradores dirigidos por el piloto Cooper (McConaughey) y la científica Amelia (Hathaway) emprende una misión que puede ser la más importante de la historia de la humanidad: viajar más allá de nuestra galaxia para descubrir algún planeta en otra que pueda garantizar el futuro de la raza humana.
3.Análisis argumental.
En algún momento del siglo XXI, la destrucción de las cosechas en la Tierra ha hecho que la agricultura sea cada vez más difícil y se vea amenazada la supervivencia de la humanidad. Joseph Cooper, un viudo exingeniero y piloto de la NASA, dirige una granja con su suegro Donald, su hijo Tom, y su hija Murph, quien cree que su habitación está embrujada por un poltergeist. Cuando se crea un patrón de polvo en el suelo, Cooper se da cuenta de que la gravedad está detrás de su formación, no un "fantasma". Interpreta el patrón como un conjunto de coordenadas geográficas formadas en código binario. Cooper y Murph siguen las coordenadas a una instalación secreta de la NASA, donde se encuentran con el exprofesor de Cooper, el Dr. Brand.
Brand revela que un agujero de gusano misteriosamente apareció cerca de Saturno 48 años antes, abriendo un camino a una galaxia distante con algunos planetas potencialmente habitables. Bajo su dirección, doce voluntarios viajaron a través del agujero para evaluar la idoneidad de cada planeta como nuevo hogar de la humanidad. Los voluntarios Miller, Edmunds y Mann enviaron datos alentadores de planetas cerca de un agujero negro supermasivo llamado Gargantúa. Brand recluta a Cooper para pilotar la nave espacial Endurance con el fin de investigar más, mientras trabaja en el "Plan A", una teoría gravitatoria de la propulsión que permitiría el éxodo desde la Tierra a esos nuevos planetas. El Endurance también lleva 5000 embriones congelados para el "Plan B", que es colonizar un planeta habitable para asegurar la supervivencia de la humanidad. Antes de que Cooper se vaya, se despide de Murph llevándose un reloj de pulsera y dejándole otro para comprobar la diferencia en el tiempo cuando vuelva, debida a los efectos relativistas de los viajes espaciales. Ella le da un último mensaje del "fantasma" que dice "Quédate". Como Cooper cree que es una excusa para que él no se vaya, Murph se enfada y no vuelve a ver a su padre. Antes de que Cooper se vaya, se cae un libro del estante de la habitación de Murph.
La tripulación de Cooper está formada por los científicos Romilly, Doyle y la hija de Brand (Amelia); y los robots TARS y CASE, a bordo del "Endurance". Cooper y la tripulación se colocan en cápsulas de hipersueño, mientras que TARS y CASE preparan la nave para el trayecto hasta Saturno dejándola en piloto automático, el cual durará 2 años. Al llegar a Saturno, despiertan y se alistan para entrar en la órbita de Saturno. Una vez allí, atravesando el agujero de gusano se dirigen primero al planeta de Miller, un mundo oceánico donde el tiempo está severamente dilatado debido a su proximidad a Gargantúa: por cada hora allí, pasan siete años en la Tierra. Deciden dejar la nave Endurance a una distancia adecuada del planeta Miller para que quien quede arriba, mientras otros exploran, no se vea afectado por los efectos de la dilatación temporal. Arriba se queda Romilly y los demás bajan a explorar. Sólo encuentran los restos de la expedición de Miller. Amelia recupera los datos de Miller justo antes de la llegada de una ola gigantesca, la cual mata a Doyle y mete agua en los motores, retrasando su salida. Después de regresar con mucha dificultad al Endurance, descubren que han transcurrido 23 años en la Tierra, lo que se refleja en Romilly, ya que también vio pasar todo ese tiempo en videos mientras ellos estaban en el planeta, aunque en el Endurance transcurrieron 9 años.
Murph, ahora adulta, ha estado ayudando al Dr. Brand con su investigación durante varios años. Este, en su lecho de muerte, le confiesa que el Plan A no era factible, lo que ha sabido desde antes de la partida del Endurance. También revela que el Plan B fue el único plan todo el tiempo. En una sesión de video grabada y enviada al Endurance, Murph notifica a Amelia de la muerte de su padre, acusándola a ella y a Cooper de abandonar la Tierra, lo que horroriza a todos. Creyendo que las ecuaciones pueden ser resueltas, ella continúa trabajando en una solución al Plan A, sabiendo que necesita más datos sobre singularidades gravitacionales.
Con poco combustible, la tripulación elige el planeta de Mann en lugar del de Edmunds como la siguiente parada, ya que Mann sigue transmitiendo. Al llegar a este segundo planeta, tienen que despertar a Mann de su sueño, quien reacciona muy emotivamente al verlos, creyendo que nunca volvería a despertar. Una vez allí, Mann le asegura a la tripulación que el planeta congelado es habitable a pesar de su atmósfera cargada de amoníaco. Mientras inspeccionan el planeta, Mann intenta matar a Cooper, revelando que falsificó los datos que había transmitido con la esperanza de ser rescatado. Roba al vehículo explorador de Cooper y se dirige al Endurance. Mientras tanto, Romilly es asesinado por una trampa disparada por Mann. Amelia rescata a Cooper y persiguen a Mann hacia el Endurance en otro módulo de aterrizaje. Mann intenta una peligrosa operación manual de atraque, ignorando las advertencias de Cooper y perece en el intento, dañando gravemente al Endurance en el proceso. Cooper, con la ayuda de TARS, utiliza el módulo de aterrizaje para estabilizar la nave, en una arriesgada y complicada maniobra.
Las opciones por la supervivencia humana son cada vez menores, y la tripulación deberá ahora tomar decisiones más difíciles. CASE advierte a Cooper de que el Endurance está cayendo hacia el tirón gravitatorio de Gargantúa, debido a la explosión provocada por el Dr Mann. Cooper decide utilizar a Gargantúa como una onda gravitacional para impulsar la nave hacia el planeta de Edmunds más rápido y ahorrar combustible, pero su proximidad a Gargantúa significa que pasará más tiempo en la Tierra. Para perder peso y permitir la maniobra, Cooper y TARS se separan de la nave y se lanzan hacia el agujero negro, a pesar de las súplicas de Brand de que no la abandonara; de esta forma Brand y CASE puedan completar el viaje.
Pasando por el horizonte de sucesos del agujero negro la nave de Cooper se destruye, Cooper y TARS se eyectan al espacio sin esperanzas de vivir para esperar su muerte en algunas horas por falta de oxígeno en su traje espacial, pero en forma sorpresiva aterrizan dentro de un "teseracto", o cubo tetradimensional, que se asemeja a muchos pasillos de estanterías en tres dimensiones, capaces de ver al otro lado la habitación de Murphy en diferentes períodos de su vida. Cooper supone que dentro del teseracto, el tiempo es una dimensión física que puede manipular, y que el teseracto y el agujero de gusano fueron creados por seres extradimensionales para permitir la comunicación con Murphy, y que él era su "fantasma" todo el tiempo; así mismo, deduce junto con TARS que estos seres son de naturaleza benévola.
Utilizando la segunda aguja en el reloj que Cooper le dio a su hija Murphy antes de que se fuera y estaba almacenado en la casa de campo desde hace algunos años, Cooper retransmite en código morse con la ayuda de TARS, que obtiene más información del teseracto, que él está al otro lado del agujero de gusano atrapado en un teseracto en el futuro y envía la información de los datos cuánticos que Murphy necesitaba para poder resolver la ecuación gravitatoria en el planeta Tierra y tratar de salvar a la población de humanos con el plan A, ofreciendo una nueva esperanza para trasladar la vida a otro planeta, después de varios años de experimentos con estas nuevas teorías obtenidas por Murphy, que ahora ha crecido y es una científica muy reconocida en la NASA.
Después de una eyección turbulenta del teseracto, Cooper despierta en un hospital de una nueva Estación Espacial construida por la humanidad durante muchos años, que orbita Saturno a una distancia muy cercana del agujero de gusano, gracias a toda la información obtenida por Murphy, cuando han pasado varios años en el tiempo de la Tierra, pero solamente algunos días al otro lado del agujero de gusano. Cooper, joven y fuerte, finalmente se reúne con su hija, ahora una anciana que se acerca a la muerte y llega a la Estación Espacial desde la Tierra especialmente para visitarlo, ella finalmente ha descubierto una solución científica que permita aplicar el plan A para salvar a la humanidad y preparar la colonización de nuevos planetas en el futuro con la nueva Estación Espacial.
A petición de su hija, Cooper la deja en su lecho al lado de su familia, y junto a TARS que ha sido reparada durante varias semanas, se instalaron nuevas baterías, recupera la información obtenida del teseracto y tiene más información científica de la Estación Espacial, planean tomar una pequeña y moderna nave espacial en secreto en el hangar de la Estación Espacial, la secuestran y parten a reunirse con Brand al otro lado del agujero de gusano, en un viaje directamente al planeta de Edmunds, donde Brand se encuentra totalmente sola en la superficie del planeta y han pasado solamente algunos días desde su partida al borde del agujero negro Gargantúa, tratando de preparar una nueva colonia humana en el planeta habitable de Edmunds (el cual había muerto) anteriormente.
4.Análisis connotativo o crítico.
Para muchos, el ego es una cualidad intrínseca del artista. Para otros, se trata de una característica de concienzuda génesis, como caparazón frente a los ataques críticos o como reafirmación ulterior cuando el éxito acompaña. Sea como fuere, la gestión del ego es una ardua tarea que no todos los artistas controlan. Y los directores de cine, en cuanto alquimistas de cometido plástico y hábiles procesadores de tramas narrativas originales, están por supuesto sujetos a esta premisa. Claro, que hay casos más susceptibles de análisis. Christopher Nolan, por su contradictoria trayectoria, quizá sea uno de los más jugosos. La constatación: su última película, Interstellar.La primera pauta a tener en cuenta al ver una cinta de Nolan es no tomársela demasiado en serio. Gustos aparte, toda la producción del director británico posterior a Insomnio (Insomnia, 2002) funciona, de alguna forma, como un truco de grandes proporciones. La trilogía de Batman facilitaba esta tarea por su inspiración comiquera; El truco final (The Prestige, 2006) se servía de las apariencias para romper la ilusión de la magia; y Origen (Inception, 2010) ponía una auténtica imaginería recursiva al servicio de una idea tan sorprendente (que no original, si desviamos la vista hacia Satoshi Kon) como farragosa que apelaba a la ley del “todo vale” en un microcosmos personal y exclusivista.Sin embargo, en Interstellar el director osa autoproclamarse demiurgo, artesano del espacio-tiempo, cuasi profeta de uno de los fenómenos cosmológicos más desconocidos, la naturaleza de los agujeros negros. La petulancia con la que Nolan enfoca un asunto tan controvertido se percibe con la rapidez con la que podría quedar desfasado este trabajo (según los avances de la ciencia). Y el problema no sería otro que una imprudente decisión o, dicho de otro modo, la nefasta intención de abarcar demasiado y apretar poco: una vocación comercial con ecos de autor es lícita, pero se vuelve frágil en el momento en el que el discurso se antoja tan truculento como extremadamente íntimo. A este respecto se podría decir que Interstellar guarda una mayor analogía ideológica con la sesuda low cost Primer (Shane Carruth, 2004) que con otra de las magnificentes obras del género, 2001: Una odisea del espacio (2001: A Space Odissey, Stanley Kubrick, 1968). La perorata sobre las oscilaciones de la gravedad no interviene como el tutorial de una espinosa teoría, sino que segrega confusión de un modo exponencial, un antídoto inmejorable para que el espectador digiera mejor todo lo que trague.Pero las ínfulas de la superproducción se pagan caras y no solo en lo económico. Con el patriotismo y esa épica de salvar el mundo tan hollywoodienses implícitos, los únicos instantes reseñables del metraje solo pueden tener un origen rabioso o lacrimógeno, pero jamás intelectual (por mucho que lo pretenda). Ambos componentes sirven para insuflar cierta verosimilitud en una de las tramas más increíbles que han pasado por la pantalla en los últimos años. De hecho, configuran, a lo largo de una intrascendente primera hora –no sin elipsis, ojo–, el contexto de esa distopía (que parece apuntar, de refilón, a la responsabilidad del cambio climático) en la que habita ese desventurado granjero/expiloto de naves espaciales –Matthew McConaughey culmina la explotación de su tirón mediático (junto al de las Hathaway y Chastain, también de moda) con la enésima interpretación del renegado nihilista.Hace apenas un año se estrenaba Gravity(Alfonso Cuarón, 2013), una space opera mucho más poderosa en el apartado visual, que jugaba con la aplicación de la técnica puntera como fuente de variantes narrativas sobre el espacio exterior al tiempo que tampoco desechaba la fórmula del star system. Y en lo que respecta al argumento, existen un puñado de películas con un guión más atractivo y, sobre todo, más coherente –empezando por la cinta de Kubrick ya citada. Interstellar queda a la merced de un discurso artificioso y de un diseño de producción no por espectacular menos ordinario, que requiere del apoyo de la música extradiegética para recargar su sentido dramático. Así las cosas, ¿qué aporta este título al género? ¿Qué le convierte en una propuesta original y revolucionaria? ¿De qué modo añade méritos a la carrera de Christopher Nolan? Estos, y no los agujeros negros, serían los grandes misterios y enigmas a resolver.
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